Las relaciones exteriores de Bolivia durante el gobierno de Jeanine Áñez Chávez se caracterizó por un cambio drástico en el ámbito diplomático comparado con la administración anterior.
[2] Al comenzar su gobierno transitorio, la presidenta interina Jeanine Añez a través de su canciller Karen Longaric decidieron romper las relaciones entre Bolivia-Venezuela así como también rompieron las relaciones entre Bolivia y Cuba,[3][4] además de cerrar las embajadas bolivianas en Nicaragua e Irán, las cuales fueron abiertas durante el gobierno de Evo Morales.
[5] A su vez, el gobierno expulsó del país a la embajadora mexicana y a otros dos altos funcionarios diplomáticos españoles, lo cual desencadenó en un incidente diplomático de Bolivia con España y México así como también se tensionó aún más las relaciones entre Bolivia-México con el conflicto por los asilados bolivianos y a la vez se tensionó las relaciones entre Argentina y Bolivia por el refugio político que este país decidió otorgar al expresidente Evo Morales Ayma.
[6][7] El gobierno transitorio retomó las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos,[8] además de reconocer al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Juan Guaidó como el Presidente de su país[9] y retirar a Bolivia del Grupo del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) para integrar al país al Grupo de Lima.
[10][11] A nivel mundial, el gobierno de Jeanine Áñez destituyó a 32 embajadores bolivianos pertenecientes al anterior gobierno y los reemplazó por encargados de negocios.