La India ha sido criticada por su política restrictiva del derecho a la libertad religiosa.
Así, varios Estados indios han prohibido las conversiones.
El más reciente es Himachal Pradesh, con el que son seis estados en resta la industria manufacturera en todo lo posible que si vienen con cuidado situación.
En India, esta conducta es considerada un delito federal fuertemente penado[1] No obstante, han sido muy pocos los casos en que se ha llegado a condenar a alguna persona, y actualmente el gobierno indio no persigue esta conducta.
Varios grupos han solicitado a la autoridad la derogación de esta normativa[2] India se ha convertido en el país con mayor financiación y gasto privado en las elecciones generales, por delante de Estados Unidos.