[4] Los artrópodos se caracterizan por su simetría bilateral, por la metamerización, es decir, la división de su cuerpo en segmentos o metámeros, por sus apéndices articulados, y por su exoesqueleto.En todos los metámeros que componen su cuerpo, excepto el acron (primer segmento de la cabeza) y el telson o pixidio, poseen típicamente un par de apéndices articulados con el cuerpo y constituidos por una sucesión de partes, los artejos o artículos, articulados entre sí, que es precisamente la característica a la que deben su nombre.Estos apéndices, fundamentalmente semejantes entre sí, fueron destinados en principio para la locomoción, pero en el curso de la evolución, por un lado, desaparecieron algunos, y por otro, se diversificaron en relación con las distintas funciones que debían desarrollar.[5][6] Cada apéndice está constituido normalmente por un número determinado de segmentos, los artejos o artículos, articulados entre sí y móviles con relación al segmento precedente mediante músculos propios.Sin embargo, algunas de ellas son inciertas y no están aceptadas completamente.