En 1929 la Caja Nacional de Empleados Públicos y Periodistas, creada cuatro años antes bajo la presidencia de Arturo Alessandri para que, entre otros fines, otorgara créditos a empleados públicos[1] y a periodistas,[2] compró a la empresa Wessel Duval y Compañía el terreno ubicado entre la avenida Chile-España, la calle Pedro Lucio Cuadra (hoy avenida Suecia), la calle Alonso de Ercilla y la calle Cervantes,[3] con el objetivo de levantar un conjunto habitacional para sus afiliados en lo que, actualmente, es la calle Nuñez de Arce en la comuna de Ñuñoa en Santiago de Chile.
El encargo de proyectar la edificación y llevarla a cabo recayó en la empresa Salvador Vásquez Constructora, que preparó y presentó el proyecto ante la Municipalidad de Ñuñoa.
[4] Para el diseño de las casas, el constructor Salvador Vásquez[5] contrató al arquitecto Manuel Browne Fernández.
Entre los ocupantes originales del conjunto habitacional destaca el músico Honorio Concha Bravo,[7] que trabajaba en esa época para el Ministerio de Tierras y Colonización.
Los demás compradores fueron Juan Hidalgo Herrera, Salvador Guerrero Astorga, Ángel Sepúlveda Lara, José Olea Cárdenas, Juan Cousiño Ortúzar, Eugenio Fallet Calmeds, Eduardo Peña Maturana, Luis Muñoz Mena, Oscar Sierra Canales, Alfredo Luna Mizon, Francisco Villalobos Espinoza, Carlos Pedrasa Castillo, Sara Silva Reinicke, Luis Gaete Valdovinos, Guillermo Ariztía Izquierdo, Armando Arias Ríos, Aliro Feliú Vergara, Alejandro de la Guarda Chacín y Julia Cohen Gallastein.