Justo en las afueras de la ciudad vieja, la plaza se llegó a tener una función integradora vital como una encrucijada geográfica entre la "ciudad vieja", el distrito colonial, y los suburbios populares.
La plaza alberga el Ministerio del Interior sirio.
Los otomanos transformaron primero a la plaza en un centro administrativo en 1890.
Más tarde se convirtió en un nodo comercial y de transporte, y era a principios del siglo XX un imán cultural.
[1] La plaza también tiene importancia a nivel nacional, ya que es donde los otomanos ejecutaron los nacionalistas sirios el 6 de mayo de 1916.