[1] Dos años después, en 1814, el general José de San Martín ordena la construcción de un fuerte para evitar el avance del ejército realista y las deserciones cerca del lugar donde se libró la batalla.
[4] Cuando se retira Belgrano con el ejército, el solar fue abandonado y la ciudadela y la casa de Belgrano empezaron a desaparecer, quedando solamente ruinas mientras la naturaleza tomaba el sitio rápidamente.
La pirámide era el único vestigio de esa época que no había desaparecido.
[3] Este lugar estuvo abandonado hasta 1858, cuando el gobernador Agustín Justo de la Vega, tras un pedido del jefe de la policía, ordena declarar el sitio como Plaza siendo expropiada la superficie para trazar este paseo público.
En la escultura, Belgrano es representado de pie con una mano agarrando una espada mientras en la otra sostiene un papel.