Plan S

[2]​ El plan propone que, a partir del año 2020, aquellas personas que desarrollan investigación científica y tecnológica con fondo públicos, den a conocer sus resultados de investigación en plataformas de acceso abierto, ya sea repositorios abiertos o revistas de acceso abierto.

[40]​ La publicación en cualquier revista seguirá estando permitida bajo la condición de que una copia del manuscrito aceptado por la revista, o el artículo final publicado, se deposite en un repositorio de acceso abierto aprobado (acceso abierto verde) sin restricción de acceso y con una licencia CC-BY.

[42]​ Con el objetivo de permitir la reutilización del contenido académico, será necesario atribuir adecuadamente la autoría y conceder a las publicaciones una licencia mundial, libre de regalías, no exclusiva e irrevocable, que permita compartir y adaptar los contenidos para cualquier fin, incluso el comercial.

[40]​ Las revistas y plataformas de acceso abierto deben cumplir los siguientes criterios para cumplir con el Plan S: Las revistas espejo, aquellas en las que una parte funciona con subscripciones y la otra es de Acceso Abierto, son consideradas revistas híbridas de facto, y no son compatibles con el Plan S; a no ser que formen parte de un acuerdo transformativo.

[43]​ Diversas editoriales comerciales que publican revistas de acceso por suscripción se opusieron al plan.

[49]​[50]​ Stephen Curry, un biólogo estructural y defensor del acceso abierto del Imperial College London, calificó esta normativa como un "cambio significativo" y "una declaración muy poderosa".

Las comunidades de investigación ya no están dispuestas a tolerar más postergaciones.

[62]​ A principios de año Jordania y Zambia firmaron el Plan S.[11]​