Estas placas metálicas son objeto de coleccionismo, en especial, y por este orden, en Francia, España e Italia.Sólo en Cataluña existen unas 6.800 placas catalogadas por diferentes asociaciones de coleccionistas.Estos taladros servían igualmente para sujetar los bozales, y son el último paso antes de llegar a las placas actuales, en las que la muesca tiene las dimensiones justar para sujetar el bozal.En algunos casos, una pequeña adaptación permitió que los mismos troqueles que se habían utilizado para fabricar placas entalladas se utilizasen también para fabricar las normales.Según todas las fuentes consultadas, las primeras placas litografiadas que se fabricaron en Cataluña lo fueron a finales de los años 1960.