Pito Pérez nuevamente ha terminado en una cárcel de México, esta vez por haber insultado a un policía.
Un juez le otorga la libertad con la condición de que apoye a un diputado local, sin embargo, junto con otros presidiarios, decide irse a los Estados Unidos.
[3] Los papeles principales fueron interpretados por Manuel Medel, Julio Ahuet y Jorge Arriaga, quienes compartieron créditos con Guillermo Calles, René Cardona, Clifford Carr, Arturo Castro, Julián de Meriche , Rafael Icardo, Edmundo Espino y Joan Page entre otros.
La música estuvo a cargo de Rosalío Ramírez y Federico Ruiz.
[4] A pesar de que los productores pensaron que el personaje de la novela de José Rubén Romero —quien ya se había convertido en un icono popular— podría ser usado en el contexto de la creciente inmigración mexicana a los Estados Unidos,[5] no se le considera una película creativa pues la sátira contra la sociedad estadounidense y la vida de los chicanos no fue del gusto del público.