Pitiriasis alba

El nombre proviene por las finas escamas que aparecen al inicio (pitiriasis) y la palidez en forma de parche que se desarrolla (los parches no son totalmente despigmentados, pese a ello, igual se le denomina como alba).

A pesar de que se ha estudiado desde el siglo XIX, la etiología de la pitiriasis alba no está bien establecida y a la condición se le han adjudicado diversas denominaciones, como erythema streptogenes, pitiriasis streptogenes, e impétigo furfuráceo, usualmente relacionadas con los agentes etiológicos propuestos.

Aunque puede haber ligero prurito en general las lesiones son asintomáticas, por lo que generalmente el paciente no consulta por ellos y se observan incidentalmente en el examen físico.3,7 Aunque en el caso de los niños, puede ser motivo de preocupación común en las madres, ya que la mayoría de las lesiones se localizan en la cara, principalmente en la frente y la zona malar, pero también pueden encontrarse en las extremidades superiores y ocasionalmente en las inferiores.

Las lesiones pueden persistir por 1 mes a 10 años, pero este curso puede prolongarse en los pacientes atópicos; en general es una condición auto limitada.

1,3 En casos en etapa inflamatoria la desonida o la hidrocortisona tópica al 1% pueden ayudar a la resolución de las lesiones.

Algunos autores plantean que estos pacientes deben abordarse de forma similar a la dermatitis atópica y que deben ser vistos como pacientes atópicos.3 Por supuesto, un conocimiento más profundo sobre los factores etiopatogénicos conllevará al desarrollo de terapias más eficaces que conducirán a una resolución más rápida de las lesiones y sobre todo, permitirá al médico ofrecer mayor información a los padres y a los niños con respecto al carácter benigno de la pitiriasis alba.