Se pueden formar pistas de hielo naturales en superficies de agua donde el frío es muy intenso (lagos y ríos congelados) o bien artificiales, ya sea en recintos cerrados habilitados para mantener este hielo continuamente o en el exterior empleando tecnología frigorífica para poder mantener el hielo al aire libre en óptimas condiciones.
Para montar un patinadero de hielo, el primer requisito es tener un suelo plano, firme y nivelado.
El suelo se cubre con lo que se llama la manta frigorífica que está constituida por una red de tuberías conectadas entre sí, formando un circuito cerrado.
Todo ese conjunto forma un circuito cerrado que es la base del futuro patinódromo de hielo.
Entonces, se llena el circuito con una mezcla de anticongelante (mono-etilenglicol o poli-propilenglicol) y agua y se enciende la máquina enfriadora.