Fue un gobernante activo en Italia y trabajó por expandir el imperio franco.
La historiografía veneciana narra que Pipino construyó una flota para efectuar la conquista, pero los venecianos retirándose a las islas más interiores (como la de Rivo Altus), esperaron que las naves francas encallasen en los bancos de la laguna para después atacarlos con pequeñas y ligeras embarcaciones, incendiando la flota franca y obligándoles a retirarse, posteriormente Pipino enfermó a causa de los numerosos pantanos muriendo poco después.
La historiografía francesa, en cambio, narra que Pipino, una vez conquistada la laguna y puesta bajo su control a la población local decidió volver a Francia, cuando intervino la flota bizantina rodeando a la flota franca y obligándola huir, no obstante, Pipino enfermó y murió pocas semanas después.
Pipino se había casado con Berta, hija del conde Guillermo I de Tolosa, matrimonio del que nacieron cinco hijas (Adelaida, Atala, Gundrada, Berta y Tetrada), nacidas todas, excepto la mayor, entre el año 800 y su muerte.
Para Pipino estaba destinado un tercio del imperio de su padre, pero murió antes que él.