[4] Esta variedad, está considerada como única, lo que la convierte en uno de los pinos más escasos y raros del mundo, con tan solo 100 ejemplares, a principios del siglo XX.
En su medio natural el pino de Torrey crece lentamente en suelo arenoso seco.
En su medio natural, estropeados por los vientos costeros cargados de sal, se retuercen a menudo en las formas hermosas que asemejan a los bonsáis y raramente exceden los 12 m de altura.
En cultivo, en terrenos rícos, lluvia más abundante que en la zona donde crecen los árboles silvestres, son capaces de tener un crecimiento más rápido y alcanzar un tamaño mayor llegando a alcanzar los 45 m de altura en un espécimen conocido.
[5] Actualmente está siendo probado como árbol de cultivo en plantaciones para uso en silvicultura en Australia, Nueva Zelanda y Kenia.