Hasta hace poco, los productores de la región de Champaña (en francés Champagne) no valoraban especialmente a la pinot meunier, y preferían usar otras variedades más nobles, pero ahora la pinot meunier está ganando reconocimiento por el cuerpo y la riqueza que aporta al champán.La uva ha sido favorecida por los viticulturos del norte de Francia debido a su capacidad para florecer y madurar con mayor fiabilidad que la pinot noir.También se cultiva ampliamente en la región de Aube, donde la pinot noir y la chardonnay no maduran completamente.[4] Durante el siglo XIX, la pinot meunier fue plantada ampliamente en el norte de Francia, sobre todo en la cuenca parisina.En esas regiones, la pinot meunier se usa para hacer vinos de cuerpo ligero tintos y rosados.[4] En Alemania, la pinot meunier se usa a menudo para hacer vinos tintos bajo los sinónimos schwarzriesling, müllerrebe y müller-traube.[5] Ahí se usa para hacer un vino local llamado schillerwein, que se caracteriza por su ligero color rosado y por tener una acidez ligeramente más alta que los vinos de spätburgunder (pinot noir).La pinot meunier también crece en las zonas germanoparlantes de Suiza y, en pequeñas cantidades, en Austria.A finales del siglo XX las plantaciones de esta variedad empezaron a declinar hasta que, en los años 2000, un aumento del interés en los vinos espumosos de Champaña produjo un interés renovado en la pinot meunier.[3] Recientemente, la industria vinícola de Nueva Zelanda ha empezado a emplear la pinot meunier para vinos normales y espumosos.No obstante, es particularmente resistente a las enfermedades, tiene un contenido natural de azúcar más alto y madura dos semanas antes que la meunier.
Champán rosado espumoso. Abajo a la izquierda un varietal de pinot noir y arriba a la derecha un varietal de pinot meunier.