Philippe Sella jugó un total de 111 partidos con Les Bleus disputando las primeras tres Copas del mundo, ostenta el récord de presencias nacionales y fue considerado el mejor jugador del mundo en su momento.
En 1996 emigraría al rugby inglés para jugar en Saracens, obtener en 1998 la única Copa del club y retirarse en esa temporada.
Ganó el Torneo de las Cinco Naciones en 1983, 1986, 1987 (Grand Slam), 1988, 1989 y 1993.
Disputó la Copa del Mundo de Rugby de Nueva Zelanda 1987 siendo compañero de Serge Blanco, Les Blues mostrarían un gran nivel a lo largo del torneo, ganaron su grupo concediendo solo un empate ante Escocia, derrotaron a los Wallabies en semifinales y perdieron la final ante los anfitriones All Blacks.
Finalmente se retiró de la Selección nacional jugando su último mundial en Súdafrica 1995, Francia por tercera vez consecutiva se enfrentaría al anfitrión y nuevamente sería derrotado, por los Springboks en semifinales y luego obtendrían el Tercer puesto ante Inglaterra.