Los petrobrusianos fueron una secta cristiana fundada en el siglo XII.
De Bruys no negaba el bautismo de los niños y su visión de la Eucaristía era memorial.
Estuvo en contra de las preces por los difuntos y del culto a las imágenes.
Varios de sus discípulos serían los precursores de los albingenses.
Pedro de Bruys fue quemado vivo en San Egidio, diócesis de Nimes, el año de 1131.