Muy similar a la perdiz roja (Alectoris rufa), esta perdiz se diferencia por el plumaje más grisáceo del dorso y un amplio ribete negro en el cuello.
Se reconocen tres subespecies (McGowan 1994), que difieren ligeramente en la coloración y genéticamente según estudios moleculares (Randi 2006; ver abajo para detalles): Las propuestas subespecies de los Apeninos, Alectoris graeca orlandoi Priolo, 1984, es de incierta validez.
Estas probablemente cruzadas por el Adriático vía un puente de tierra durante la última era glacial, para seguir aislada solamente con los niveles del mar alcanzados al comienzo del Holoceno c. 12 000-10 000 años atrás, con aves alpinas mucho menos contribuyendo a la población de los Apeninos.
Como no constituyen una subpoblación discreta evolucionando hacia estatus de subespecies, susu números poblacionales deberían monitorearse.
(Randi 2006) Además, hubo una paleosubespecie, Alectoris graeca martelensis, solo conocida por fósiles.