En el año 1954 Willy y Luchy abrieron el Bar Bambú, en la calle Alfonso de Castro (típica calle de tapeo en Zamora).
Su éxito se basó en la amabilidad, buen trato y sobre todo la simpatía con la que Willy atendía a los clientes.
En el bar Pacovi en la calle de los Olmos, probaron media sardina rebozada (que allí llamaban "perdiz").
En el Bambú, Luchy le dio un toque especial, a la sardina completa sin cabeza, sin espinas, en forma de libro y con la cola, le elaboró un relleno a base de tomate, que quedaba con la textura de una bechamel (textura que tanto le gustaba a su madre, la abuela María y que tan buena cocinera era también, según Willy).
Resiste el paso de los años y continúa siendo muy apreciada por los clientes.