Su nombre, en la dictadura, era Establecimiento Militar de Reclusión N° 1 (EMR1).
Fue uno de los principales instrumentos de la Dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985) utilizado para el tormento y castigo para los presos, para sus familias, para sus amigos y compañeros, para toda la sociedad.
[1][2] Pensado en 1934 para albergar una Colonia Educativa de Trabajo su construcción comenzó en 1935[3] pero por falta de recursos tuvo varias suspensiones, hasta que por Decreto 567/972[4] el gobierno de la época dispuso fuera terminado y usado como cárcel para presos políticos, en un Uruguay que ya se encaminaba a la dictadura.
Su primer preso fue el periodista Jorge Benigno Torres,[5] llegando a un total de 2872 presos políticos que allí estuvieron detenidos entre 1972 y 1985, cuando fueron liberados los últimos al finalizar la dictadura.
Luego de un período en que quedó en desuso, volvió a utilizarse como cárcel.