Pellofa

[2]​ Las pellofas, documentadas a partir del siglo XIV, proliferaron sobre todo entre el XVI y el XVIII.

Luego se inició una lenta decadencia, si bien su extinción definitiva hay que datarla ya entrado el siglo XX.

Esta paramoneda, exclusivamente de uso interno, traspasó en algunos casos el ámbito comunitario y se usó como moneda local, sobre todo cuando había una carencia de moneda menuda, práctica que fue perseguida y castigada por las mismas comunidades.

La emisión y el uso de estos objetos, hasta fechas relativamente recientes, ha propiciado que se conserven todavía algunos cuños.

Todo parece indicar que, en origen el primer sistema empleado por todas partes fue la fundición; el cuño a martillo fue posterior y, a pesar del cambio de técnica y material, perduró el nombre original.

Pellofas de Seu d'Urgell (izquierda) y Peramola