Películas de robos

Esta película mostraba a ladrones cuyas fallas personales llevaban en últimas al fracaso de su robo.

Otras películas similares que utilizaron esta fórmula fueron Armored Car Robbery (1950), The Killing (1956) y La huída (1972).

El subgénero también se caracteriza por seguir de manera casi exclusiva a las personas que cometen el crimen, en lugar de enfocarse en las personas que intentan detener a los delincuentes.

Si bien tales características destacan como las características definitorias del género, existe un par de tropos y tendencias que aparecen frecuentemente a lo largo del género.

Estos fallos van desde que uno de los criminales en el robo resulte herido durante éste hasta que uno de los criminales traicione a los demás durante o después del robo.

[5]​ Según este código, en las películas no se debía permitir que los criminales se salieran con la suya, de manera que todos los robos en estas películas tempranas fallan, estableciéndolo como una tendencia en el subgénero.

[6]​ Dos películas que algunos consideran ejemplos tempranos del género[7]​ son Criss Cross (1949) y The Killers (1946).

[7]​ La película sobre la que existe más amplio consenso como la primera del género es The Asphalt Jungle (1950) de John Huston, protagonizada por Sterling Hayden y Sam Jaffee (con Marilyn Monroe en un papel secundario).

Las dos películas más notables de esta tendencia son Rififí (1955), famosa por su detallada secuencia de 30 minutos del robo (en casi total silencio, sin diálogos ni música), y Bob, le Flambeur (1956) famosa por su divertido final que juega con las convenciones del género de robos.

Entre estas estuvieron películas como Rififí en Tokio (1963) y Du rififi à Paname (1966).

A medida que avanzaba la década, los franceses también comenzaron a producir películas de robos más lustrosas que servían como vehículos estelares para grandes estrellas de la época, como Gran jugada en la Costa Azul (Mélodie en sous-sol, 1963) protagonizada por Alain Delon o Cien mil dólares al sol (Cent mille dollars au soleil, 1964) protagonizada por Jean-Paul Belmondo.

Mientras que películas como Once a thief (1991) de John Woo o Out of Sight (1998) de Steven Soderbergh generarían cierto interés en el género, las tres películas que lo devolvieron la prominencia fueron Reservoir Dogs (1992), Heat (1995) y The Usual Suspects (1995), todas los cuales fueron éxitos lo suficientemente grandes como para reintroducir a una gran audiencia a los placeres del género de los robos.

Vince Edwards en el trailer de The Killing