Sistema de estudios
En la historia del cine se conoce como sistema de estudios (del inglés studio system) al modelo estructural de la industria cinematográfica basado en tres conceptos: estudios, géneros y estrellas.Posiblemente la primera en concebir el negocio cinematográfico de esta manera fue la productora Edison.Thomas Alva Edison quedaba a la cabeza del trust que agrupaba a la Biograph, la Vitagraph, la Essanay, la Kalem, el distribuidor George Kleine y los productores franceses Pathé y Méliès.El monopolio así creado impuso a los productores el pago de medio centavo por cada centímetro de película impresionada, los distribuidores necesitaban contar con una licencia que costaba 5000 dólares al año, y existían otras imposiciones.Muchos decidieron no acatar las duras condiciones (amparados en la ley antitrust) y crearon sus propias organizaciones, que rápidamente comenzaron a abrirse paso en el mercado.Este funcionamiento viene regido por la maximización de beneficios con menor inversión.Las salas recaudaban el dinero de los espectadores, que además consumían otros productos en el mismo local.Además, la exhibición encerraba un negocio político aprovechado por los partidos y el gobierno, para transmitir determinadas ideologías.Los actores no reconocidos o que recién comenzaban tenían la oportunidad de lanzarse al estrellato.El género cinematográfico se refiere a un método de dividir las películas en grupos formados por aquellas que comparten similitudes entre sí.Algunos estudios se especializaron en determinados géneros, como la Universal en el Cine de terror o la Metro-Goldwin-Mayer en el musical.Pero hacia 1938, se dio cuenta de que este sistema no funcionaba y comenzó a presionar.Al perder el control de la exhibición, los estudios se quedaron sin una distribución asegurada y ya no pudieron manejar el mercado colocando películas a su antojo.Hacia 1959, la producción estadounidense había decrecido hasta 250 películas al año.Los principales directores independientes George Stevens, Billy Wilder y William Wyler también vieron aumentar sus sueldos, en parte porque su participación atrajo a actores estrella.Los estudios proporcionaban cada vez más financiación e instalaciones a los productores independientes, en lugar de hacer sus propias películas, o al igual que United Artists, se centraban en la distribución.[7]: 17 La industria sufrió una grave recesión, debida en parte a los fracasos de gran presupuesto, pero pronto se recuperó artísticamente con películas como El Padrino (1972) y Chinatown] (1974).En 1996, Time Warner adquirió la antaño independiente New Line Cinema mediante la compra de Turner Broadcasting System.En 2008, New Line se fusionó con Warner Bros, donde sigue existiendo como filial.Miramax Films (que originalmente era un estudio independiente) fue propiedad de Disney hasta 2010.Dos grandes empresas independientes también pueden considerarse minicentrales: Lionsgate y Metro Goldwyn Mayer.El cine de clase B propició las condiciones para que los cineastas experimentaran y crearan nuevos lenguajes o abordaran temáticas menos habituales.