Como director técnico ganó la Copa Libertadores en dos ocasiones y campeonatos de la liga en cuatro países diferentes.
La historia escrita puede certificar que las palabras de Pizzuti no están ni un poco acomodadas para la ocasión.
Allá por 1953 llegó, a la cancha de River, un notable delantero húngaro nacionalizado español, Ladislao Kubala, integrando el seleccionado rojo y amarillo.
Rápido para los mandados, Dellacha lo cruzó y el atacante cayó cabeza abajo como un avión en picada.
Las crónicas deportivas de ese tiempo, mencionan que Pelé, la gran estrella brasileña no lució como solía hacerlo, debido al férreo marcaje realizado.