[cita requerida] Tras la primera explosión en la que además se produjeron cuatro heridos leves, se produjo a pocos metros una segunda explosión en la que no hubo víctimas de otro coche-bomba en la calle Paradinas, que habría sido utilizado por ETA para realizar la detonación del primero.
Poco después, en las inmediaciones del lugar del atentado, un agente de policía acabó a tiros con la vida de Juan Carlos Sanz Ruiz, de 25 años, al que consideró sospechoso; aunque posteriormente se comprobó que el fallecido no tenía ninguna relación con el atentado.
El siguiente día 23 se realizaron numerosas manifestaciones a las que asistieron los dirigentes de casi todos los partidos políticos españoles, entre ellos los cuatro presidentes de gobierno que había tenido España en democracia.
[5][3] Desde la Santa Sede en la Ciudad del Vaticano, el día 23 el Papa Juan Pablo II al dirigirse en castellano a los peregrinos españoles que se habían reunido en la plaza de San Pedro para rezar con él la oración mariana del Ángelus, condenó enérgicamente el asesinato de ETA e indicó que acababa con las esperanzas de paz que habían surgido con los quince meses de tregua.
Su muerte fue recogida en el Informe Anual de Amnistía Internacional que ha condenado reiteradamente y sin reservas los abusos contra los derechos humanos cometidos por este grupo armado.