Argente Oliver, o Tumba A de Wilhelm Shüle.
Las élites de los guerreros celtibéricos solían cubrirse con corazas de cuero y lino sobre las que llevarían, en pecho y espalda, estos pectorales realizados en bronce.
También podían llevar apliques colgantes como campañillas u otras placas de menor tamaño.
La decoración era principalmente con motivos geométricos, posiblemente relacionados con temas astrales y tendrían carácter apotropaico, es decir, de protección.
La técnica de decoración se hacía mediante repujado o cincelado.