Ese mismo año, una epidemia de cólera causó estragos en la región del Volga.
Mostró desde temprana edad interés por la ciencia, y siendo muy joven llegó a inventar un goniómetro que facilitó la medición de tierras en poblados vecinos.
Cuando tenía once años, Pável fue matriculado en un colegio de Sarátov, pero duró poco tiempo estudiando, ya que su familia se arruinó, viendo la carrera militar como única opción para salir de tal situación.
Durante uno de sus experimentos en 1875 con la electrólisis del carbón, produjo accidentalmente un arco brillante con dos barras en paralelo, que iluminaban su laboratorio.
Formó su propia compañía, "Asociación de Iluminación Eléctrica PN Yáblochkov Inventor y Co" en 1879.
Mientras que Yáblochkov fue reconocido en la exposición como un pionero e innovador, sus contribuciones ya habían caído en desuso.
En contraste, la lámpara Yáblochkov podía durar aproximadamente una hora y media antes de tener que ser reemplazada.
Construyó una máquina eléctrica, que tenía la mayor parte de las características del moderno inductor.
La lámpara eléctrica dejó de ser un milagro exótico, acercándose al hombre común.
Tras entrevistar a los ancianos del pueblo y la revisar los documentos del archivo local se llegó a un lugar probable, y se erigió un monumento en este sitio el 26 de octubre de 1952.
A pesar de que Yáblochkov no es un nombre muy conocido fuera de Rusia, su influencia en la ingeniería eléctrica fue considerable y contribuyó en este campo a revolucionar la forma en la que se concebía el mundo.