Los resultados fueron relativamente buenos, logrando un acta de diputado para su secretario general Emilio Gastón.
Una idea defendida por algunos profesores universitarios (Guillermo Fatás, Gonzalo Borrás, Carlos Forcadell) que no llegó a cuajar.
Por un lado, las desavenencias entre ambos sectores del PSA y, por otro lado, las reticencias que tenía la dirección del PSOE respecto a un pacto, hicieron que se alargaran las negociaciones y que algunos de los militantes más socialdemócratas del PSA (Andrés Cuartero, Luis Marquina, Elías Cebrián, Rafael Fernández Ordóñez) decidieran dar el salto al PSOE por su cuenta, sin esperar el resultado de la negociación.
El Congreso continuó, pero los otros dos propuestos, Santiago Marraco y Bernardo Bayona Aznar, renunciaron a su puesto en esa Comisión Ejecutiva y el sector que se había mostrado contrario a la unidad, liderado por Emilio Gastón, se negó a integrarse y defendió mantener el partido.
En consecuencia, el PSOE, por su parte, rechazó hacerse cargo de la deuda del PSA, cifrada en 7 200 000 pesetas.
[4] A pesar de su desaparición, el PSA ha supuesto un cierto mito en la política aragonesa y su legado se ha manifestado posteriormente en este ámbito, bien por la presencia en primer Gobierno de Aragón de personas que habían estado vinculadas al partido, no solo su presidente, Santiago Marraco, sino consejeros (Andrés Cuartero, José Bada Panillo, José Antonio Biescas), o bien por la aparición de nuevos partidos que en cierto modo vinieron a ocupar un espacio político similar, como la Chunta Aragonesista, partido constituido en 1986.
[4][3] (1) Integrado en la coalición electoral Unidad Socialista, formada entre el PSA y el PSP.
El diputado que resultó elegido (Emilio Gastón) correspondió al PSA.