Esta pérdida, junto con los efectos colaterales de la Primera Guerra Mundial, provocan una profunda crisis económica y social en Líbano exacerbada por la imposición del Mandato francés.
A este respecto, al-Shmeli declaró que el objetivo del partido había sido la promoción de una transformación económica radical en Siria y Líbano, así como su unidad, bajo los dictados del comunismo de la URSS.
Estos estatutos destacaban el carácter nacional del partido, circunscrito a Líbano y Siria.
En esta situación, el PCL decidió limitar sus actividades revolucionarias y comenzó a difundir su ideología a través de medios más pacíficos, abogando por una reforma constitucional de corte democrático y social.
En este sentido, la “independencia o liberación nacional se fijó como el objetivo principal, con el socialismo una vez más descartado al considerarlo no factible en un país que sufría de atraso agrícola e industrial, y de dominación imperialista”.
El comunismo libanés se arraigó en el sur del país, históricamente pobre y en su mayoría chiita.
[6] Tras la independencia del Líbano el PCL pasa a ser una fuerza minoritaria y sin representación parlamentaria, actuando preferentemente en la clandestinidad.
En 1958 participa en la rebelión popular contra el gobierno de Camille Chamoun, dirigida por el movimiento nasserista Al-Mourabitoun.
En 1982 Israel interviene en el conflicto libanés y el PCL participa en la resistencia, integrándose en el Frente Nacional de Resistencia Libanés (Jammoul), en alianza con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y las facciones apoyadas por Siria.
Desde el final de la guerra el PCL ha participado en los comicios, sin llegar a lograr representación en el Parlamento del Líbano aunque sí en el ámbito local.
A la escisión se sumó el antiguo secretario general del PCL, George Hawi, asesinado en 2005.
Durante la guerra civil siria el PCL ha apoyado al Gobierno, participando en el conflicto al lado de Hezbolá y otros grupos "pro-sirios",[8][9] junto a los que ya combatió en la guerra contra Israel de 2006.
[10] Desde 1943 hasta la actualidad, el PCL ha celebrado once Congresos Nacionales, un evento en el que militantes del partido se encuentran durante varias jornadas para plantear, discutir y definir la postura del mismo ante distintas coyunturas, así como para concretar dichas posturas en un programa de actividades.
Continuación del examen anterior, identificando en los cuatro primeros años de contienda una confabulación sionista e imperialista.
Con todo, 350 delegados pudieron asistir al V Congreso, celebrado en las montañas de Shouf.
Aunque ya había finalizado la guerra civil, fue celebrado en un contexto político turbulento, marcado por el colapso de la URSS y la fragmentación política de la región que siguió a la guerra del golfo y la difusión del fundamentalismo islámico.
A nivel nacional, el Congreso se celebraba en una situación compleja, en que los Acuerdos de Taif de 1989 habían llevado a una nueva configuración política del país que llegará hasta la actualidad.
El movimiento soviético hizo asimismo mover ficha a los comunistas árabes, que terminaron siguiendo la estela de sus camaradas moscovitas y reformularon su postura.
El PCL mantendría esta postura hasta los años 1955-1956, cuando, en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en Moscú, se lleva a cabo una reinterpretación de la historia, entendiendo que “según el socialismo científico, los judíos no poseían los elementos necesarios para una distinción nacional y que, por lo tanto, la propia existencia de Israel debía ser reconsiderada”.
A renglón seguido, los partidos comunistas de Siria y Líbano emitieron un comunicado conjunto en el que declaraban:La idea de fundar un “hogar nacional” judío en Palestina, que después derivó en el Estado de Israel, fue desde el principio una idea injusta, agresiva e imperialista que tramaba un complot contra un pueblo pacífico e inocente… Israel se ha revelado como una base para el imperialismo en el corazón del Oriente árabe.