Cada nave tiene una sacristía adosada al muro del testero.
La portada de la nave más antigua, la del evangelio, está fabricada en cantería cobriza, siguiendo un esquema clásico.
A ambos lados se sitúan sendos plintos, sobre los que descansan pares de pilastras cajeadas, con capiteles decorados con motivos vegetales.
Toda la portada presenta gran profusión de elementos decorativos: figuras geométricas, serpientes, soles, luna, cabezas humanas con penachos, aves, leones, etc.
Mientras algunos especialistas consideran la fachada de influencia azteca, otros piensan que está vinculada a la "Nova Iconografía de Cesare Ripa".