En la primera década del siglo XX, los Misioneros Claretianos se establecieron en Bahía Blanca, habiendo estado unos dos años en la vecina ciudad de Punta Alta.
En Bahía Blanca, en 1912 compraron un terreno en calle Zelarrayán al 700, y comenzaron la construcción de una Capilla provisoria.
En el año 1951 la Arquidiócesis Bahiense creó la Parroquia Inmaculado Corazón de María.
En otros niveles de la misma torre, se encuentran el campanario y reloj en las cuatro caras.
[3] El interior del templo se caracteriza por su amplio espacio y por la iluminación natural difusa que ingresa por las series de vitrales.