En la parte sudeste de la misma se originan ríos pertenecientes a las cuencas de dos mares: el Negro y el Báltico.
Las fluctuaciones anuales de temperatura son pequeñas y alcanzan los 21,9 °C.
Los bosques de hayas crecen cerca del borde oriental de la cordillera y están confinados al paisaje montañoso.
Quedan relictos de hayedos y pinares del holoceno medio.
Debido a las condiciones naturales favorables, el parque nacional también tiene un potencial recreativo considerable y es un destino turístico interesante..[1]