Entre la vegetación presente en la zona, podemos señalar en primer lugar por su importancia y escasa distribución en la Comunidad Valenciana, los bosquetes de laurel con almez, en los que se intercalan otras especies como el aladierno, la hiedra o la zarzaparrilla, formando una agrupación característica de un clima muy semejante al subtropical.
Junto a estas especies aparece también el granado, de gran valor paisajístico para este paraje, debido a la variación en la coloración que aporta a lo largo del año, pasando de un color rojizo anaranjado en otoño al rojo vivo que destilan sus grandes flores durante el mes de junio.
El algarrobo y la higuera junto con algún resto de palmito son también habituales del lugar.
Por último aparece un estrato lianoide, asociado a paredes, muros y troncos de árboles.
De ese modo, en las comunidades más abundantes, como son los matorrales bajos, se concentran un alto número de endemismos pertenecientes al género Thymus (tomillos y mejoranas), Satureja (ajedreas) o Sideritis (rabogatos).