Benedicto III

La elección de Benedicto, un romano erudito y ascético, fue un tremendo problema.

La misión imperial trató de conciliar procurando que Anastasio fuera aceptado por la Iglesia Romana.

Boretius, II,424), y con el fin de atenuar los males internos, procuró frenar al poderoso subdiácono Hubert (Ep.

Una moneda con su imagen prueba que no existió ningún Papa llamado Juan, entre él y León IV.

Roman (hasta el final del reinado de Constantino, Berlín, 1898) Jaffé, Regesta Pont.Rom.

Los más completos relatos en inglés, pueden ser leídos en Mann, Vidas de los Papas en la temprana Edad Media (Londres, 1902, en varios pasajes).