A partir de esta especie se obtienen los filetes conocidos como panga, aunque también se puede encontrar referenciada con el mismo nombre otra especie —el pez espárido de agua salada Pterogymnus laniarius—, bastante alejada taxonómica y geográficamente (Sudáfrica).
Esta especie se cría y produce de forma intensiva en varias partes del mundo.
En España se le conoce comercialmente como panga y en Latinoamérica, como basa o baza.
Ello en comparación con el basa (Pangasius bocourti), cuya carne tiene una calidad inferior y se presenta en filetes más delgados.
En España, debido a los bajos precios que presenta el producto en comparación con otras variedades de peces, se suscitó la protesta de algunos productores, argumentando problemas por alta contaminación química por metales pesados (mercurio, plomo, bromo, etcétera) en los filetes (ya que provienen del río Mekong, en el que se ha revelado, mediante estudios asiáticos, que lleva en sus aguas elevados niveles de contaminación industrial); sin embargo, los estudios realizados en la Unión Europea no fueron concluyentes al respecto, por lo que la polémica continúa sin que se sepa con certeza si el argumento inicial es real o no; esta incertidumbre se ha extendido a países del continente americano donde también se comercializa este pez en filetes provocando también enormes polémicas respecto a si su consumo es saludable o potencialmente peligroso.