Un palpador es un vástago que mediante el contacto con una pieza se utiliza como detector, un instrumento de medición.
Consta de una punta esférica o un rodillo que sobresale ligeramente de un vástago hueco y es empujado contra la boquilla del vástago por un muelle elástico o por aire comprimido.
Se utiliza frecuentemente en combinación con un sensor de posición o desplazamiento, como un potenciómetro, un sensor de efecto Hall o un transformador diferencial de variación lineal (LVDT, por sus siglas en inglés).
[1] No debe confundirse con un empujador, que es un elemento de contacto que pisa una leva y permite transformar el movimiento giratorio de la leva en un movimiento rectilíneo oscilatorio, como los usados en motores de combustión interna.