[1] La construcción se inició a fines del del siglo XVII por los condes de Vistahermosa, en el siglo XVIII continuaron las obras.
En 1831 fue vendido a Simón Gibaxa, que al morir en 1877 lo dejó a su sobrino Enrique de la Cuadra, Marqués de San Marcial, un natural de la localidad, que transformó radicalmente su interior, construyendo opulentos salones, donde se situaron sus colecciones: restos arqueológicos, armaduras, pinturas y esculturas.
[2] Es un edificio de dos plantas, con un típico exterior sobrio sevillano, pintado de blanco, con ventanas enmarcadas en la planta baja y balcones en la alta.
La fachada presenta una portada principal con dos cuerpos, limitados por columnas barrocas y rematados en un frontón partido.
[3] Contaba también con un jardín romántico, en el que se celebraban las grandes fiestas.