Durante el tiempo de Luisa Ulrica, el interior del palacio fue remodelado y transformado a un estilo rococó francés.
En 1762 se incendió el teatro del palacio, relativamente modesto, y la reina Luisa Ulrica decidió construir uno nuevo de gran fastuosidad.
Por mucho tiempo, el palacio permaneció en un relativo abandono y el deterioro fue patente durante el siglo XIX.
A partir de 1977 se comenzó otra restauración artística del palacio, que ha concluido en 2002.
La sala para 400 espectadores fue diseñada en estilo barroco en 1664-1703 por los arquitectos Nicodemus Tessin, el viejo y el joven, inaugurándose en 1766.
El trazo más antiguo de los jardines fue creado a finales del siglo XVI por la reina Eduviges Leonor.
Los Tessin proyectaron avenidas que condujeran a la entrada principal del palacio, rodeadas por árboles.
Localizado al norte del jardín barroco, consiste en amplias áreas de césped, junto con árboles distribuidos en avenidas, dos estanques con canales y puentes que los cruzan.