En muchos lenguajes de programación, como por ejemplo C, una palabra reservada identifica una forma sintáctica.
En estos lenguajes, las palabras clave no pueden usarse también como nombres de variables, constantes o funciones.
Algunos lenguajes, como PostScript, son extremadamente liberales con esto, pues permiten que las palabras clave núcleo sean objeto de una redefinición para propósitos específicos.
[1] En Common Lisp, en cambio, las palabras clave son una clase especial de símbolo, es decir, un identificador.
Se usan palabras clave normalmente para etiquetar argumentos nombrados para funciones, y para representar valores simbólicos.