Esto les permite tener un vehículo (casi) completo en la mayoría de los trayectos, incluso si algunos clientes pierden el viaje o no se presentan (las reservas son a menudo reembolsadas después).Con esta práctica legal, ganan más dinero que reservado sólo la capacidad del avión y luego despegar con asientos vacíos.Algunas aerolíneas, como JetBlue Airways, no hacen exceso de reservas como una política que incentiva y evita la decepción del cliente.[4][5] Esta cifra sólo incluye los vuelos que salen de Estados Unidos, tanto nacionales como internacionales.[10][11][12] Se les acusó de estafar a los pasajeros al marcar los billetes confirmados como no reembolsables para compensar los asientos extra.La aerolínea se apropió indebidamente de todo el dinero obtenido por el overbooking, menos las tasas aeroportuarias, al no ofrecer a los clientes cuyos billetes estaban sobrevendidos un vuelo posterior.