Ursus spelaeus

Esto se debe a que durante la hibernación, a diferencia del oso pardo, los osos de las cavernas se refugiaban exclusivamente en cuevas, comportamiento que, junto con la expansión y competencia que presentaba el Homo sapiens en la búsqueda de refugios, pudo ser influyente en su desaparición.El oso de las cavernas poseía un cráneo ancho y abovedado con una frente pronunciada.Su robusto cuerpo, producto de la persistencia de la tendencia observada en sus antepasados a la robustez, tenía muslos largos, espinillas masivas y pies giratorios, lo que lo hace similar en estructura esquelética al oso pardo.[11]​ El precursor inmediato del oso de las cavernas fue probablemente Ursus deningeri, una especie de úrsido del Pleistoceno que habitó Europa aproximadamente entre 1,8 Ma y 100 000 años.[12]​[13]​ La transición entre Ursus deningeri y Ursus spelaeus se da en torno al último interglacial, aunque el límite entre estas formas es arbitrario, y se han propuesto taxones intermedios o de transición tales como Ursus spelaeus deningeroides,[14]​ mientras que otros investigadores consideran a ambos taxones como variaciones cronológicas de la misma especie.[23]​[21]​[24]​[25]​ La muerte durante la hibernación parece haber sido un resultado común entre los osos de las cavernas, principalmente en ejemplares que fracasaron en acumular reservas de grasa durante el verano debido a la inexperiencia, la enfermedad o la vejez.[26]​ Algunos huesos de osos muestran signos de numerosas dolencias, que incluyen fusión espinal, tumores óseos, caries, necrosis (especialmente en especímenes más jóvenes), osteomielitis, periostitis, raquitismo y cálculos renales.[23]​ Algunos expertos han cuestionado esta afirmación, ya que el oso cavernario había sobrevivido a otros cambios climáticos anteriores.[17]​ La caza excesiva por parte de los seres humanos ha sido descartada en gran medida porque las poblaciones humanas en ese momento eran demasiado pequeñas como para representar una seria amenaza para la supervivencia del oso cavernario, aunque las dos especies pueden haber competido por el espacio vital en las cuevas.[27]​ Las poblaciones que vivían al sur de los Alpes posiblemente sobrevivieron por mucho más tiempo.[23]​ Sin embargo las últimas investigaciones indican que el oso de las cavernas solo usó cuevas para la hibernación y que por tanto evitaba el uso de otras ubicaciones, como matorrales, para este propósito, en contraste con el oso pardo.Por lo tanto, a medida que las poblaciones de Homo sapiens aumentaban y se extendían lentamente a lo largo del continente, el oso cavernario se enfrentaba a una creciente reducción del número de cuevas adecuadas, llegando incluso a los extremos de adentrarse en las zonas más profundas de estas para posteriormente quedar allí atrapados, y lentamente se desvanecía hasta la extinción, ya que los seres humanos buscaban cuevas como alojamiento, privando al oso de refugios adecuados.Durante ese periodo de tiempo, habitando áreas montañosas bajas, especialmente en regiones ricas en cuevas de piedra caliza) y zonas boscosas del continente europeo, evitando las llanuras herbáceas.Al reducirse estas áreas boscosas durante los máximos glaciales, las poblaciones de osos cavernarios quedaban frecuentemente aisladas y sujetas a la consanguinidad.A finales del otoño, los osos buscaban cuevas en las que pasar el invierno.[27]​ Entre los años 1917 y 1923, la cueva de Drachenloch en Suiza fue excavada por Emil Bächler.
Reconstrucción de Ursus spelaeus .
Esqueleto de un oso de las cavernas ( Ursus spelaeus ) en la cueva del oso (Chişcău, Rumania ).
Cráneo de oso cavernario. Se puede apreciar la falta de premolares en el animal además de los grandes molares.
Esqueleto de una cría de Ursus spelaeus en CosmoCaixa , Barcelona .
Acumulación de huesos de varios osos de las cavernas ( Ursus spelaeus ) en la Cueva del diablo, Pottenstein.
Cueva caliza ubicada en las montañas Bükk, Hungría, rodeada de bosques templados. Los osos de las cavernas hibernaban en cuevas como estas, ubicadas en las inmediaciones de áreas forestales.
Diente de oso perforado - Grotte Duruthy - Muséum de Toulouse