Osicono

Mamíferos actuales dotados de osiconos son, por ejemplo, las jirafas de ambos sexos o los machos del okapi.Entre los mamíferos fósiles en los que se ha descubierto la presencia de osiconos se cuentan géneros como Uintatherium (emparentado con los rinocerontes), o también Sivatherium, Climacoceras y Prolibytherium (estos tres últimos emparentados con los jiráfidos, como la jirafa o el okapi, ya mencionados).[1]​ En la actualidad sólo las jirafas y los okapis tienen verdaderos osiconos (en lugar de cuernos o astas), aunque la base desde la que crecen las astas de los cérvidos, son una osificación muy similar a la de un osicono.Las astas son derivados de tejido óseo: cuando por ejemplo un ciervo rojo alcanza la madurez necesaria, la cubierta de la piel y el pelo de las cornamentas, calificado este de «terciopelo», el animal se raspa las astas para que la cubierta de piel se desprenda y se exponga el hueso de la astas.Los osiconos están vascularizados, por lo que, además de ser usados en combate por los machos (en el caso de las jirafas, por ejemplo), podrían tener alguna función ligada a la termorregulación.
Osiconos de una jirafa reticulada .
Los tres osiconos del lado izquierdo de un Dinoceras (género sinonimizado hoy en día con Uintatherium ) son visibles en esta fotografía. El animal tenía seis en total.