El territorio de Osetia fue habitado en la antigüedad por escitas, sármatas y alanos.
Entre los siglos XVIII y XIX, primero el territorio de la actual Osetia del Norte y, posteriormente, el de Osetia del Sur fueron incorporados al Imperio ruso.
La respuesta del ejército de la Federación Rusa fue inmediata e incluyó el despliegue terrestre de tropas y carros blindados en Osetia del Sur y el bombardeo aéreo estratégico de objetivos militares en territorio propiamente georgiano.
La capital de Osetia queda totalmente destrozada por el bombardeo realizado por las tropas georgianas.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, se desplaza desde Pekín, donde asistía a la inauguración de los Juegos Olímpicos, a Osetia del Norte, donde en una intervención televisada justifica la necesidad y la legalidad de la defensa rusa de Osetia del Sur, así como afirma que difícilmente recuperará Georgia la soberanía sobre dicho territorio.