El escarabajo mata las palmas (particularmente a las recientemente plantadas) al destruir las yemas de crecimiento al alimentarse de ellas.
Las larvas no dañan cultivos, pero se desarrollan en troncos caídos, muertos y en otra materia orgánica.
[5] En 1964 se introdujo accidentalmente en algunos países y la amenaza percibida llevó a la creación de un fondo especial de Naciones Unidas establecido a través del Foro del Pacífico Sur, con el objetivo de la "erradicación del escarabajo rinoceronte e insectos relacionados en el Pacífico Sur".
Los colaboradores del fondo fueron Australia, Francia, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Estados Unidos de América y Samoa Occidental.
[7] En México se registró en 2014 en Colima[8] y recientemente en 2020 en Jalisco.