Ordinariatos para los fieles de rito oriental
[1] Al frente del Ordinariato está un prelado con título de ordinario, nombrado por la Santa Sede, con jurisdicción sobre todos los fieles pertenecientes a ritos orientales sin obispo propio.[2] Generalmente, el ordinariato tiene alcance nacional, extendiendo su jurisdicción sobre los fieles que pertenecen a uno o más ritos litúrgicos y el oficio de ordinario se atribuye al obispo de la capital del país.[3] En el Annuario Pontificio se enumeran los ocho ordinariatos existentes de este tipo, junto con los quince exarcados apostólicos (prediocesanos).De estos ordinariatos, cuatro (en Argentina, Brasil, Francia y Polonia) son genéricamente para todos los católicos orientales que carecen de una jurisdicción diocesana "propia" de su propio rito en el país en cuestión y que, por tanto, son confiados al cuidado de un arzobispo latino en el país.Las otras tres (Europa Oriental, Grecia y Rumanía) son exclusivamente para miembros de la Iglesia católica armenia.