La Orden de Isabel fue una orden exclusivamente femenina del Imperio austrohúngaro destinada a premiar el mérito.
[2] La orden contaba con tres clases:[2] A estas tres clases se unía una medalla, cuyas receptoras tomaban el rango inmediatamente inferior a las damas de segunda clase.
[3] El gran maestre era siempre el emperador de Austria.
[2] La orden se entregaba sin distinción de rango o nacimiento, lo que constituía una notable diferencia con la otra orden femenina del Imperio, la orden de la Cruz Estrellada, que sólo admitía mujeres nobles.
El medallón estaba rodeado por un borde dorado del mismo color que la efigie.