Pueden ser de diversos colores - amarillo pálido, pardos, rosados, hasta incluso verde brillante como ocurre con la Micromata.
Las arañas del género Dolomedes se ha podído comprobar que ponen más de 2000 huevos en cuatro capullos y en su otro extremo tenemos al género Oonops que pone sólo dos huevos en cada puesta, siendo un total de 6 capullos.
Las especies del género Zodarion también añaden fragmentos de restos vegetales para camuflar la puesta.
Las puestas abandonadas tienen a presentar un recubrimiento de seda velluda y a presentar un gran espacio entre la pared de la ooteca y los huevos para evitar que los insectos alcancen los huevos.
Otra peculiaridad de estos quelicerados ocurre con el género Agroeca ya que aunque habitan en el suelo, trepan hasta los brezos para atar sus puestas a las ramas superior.