Estos agrupamientos se observan en bosques de laderas montañosas expuestas al viento, dándose en varias áreas, incluido el noreste de Norteamérica y Japón.
Al ir muriendo estos árboles, la brecha se va extendiendo gradualmente.
Una característica común de las montañas con ondas es que el suelo del bosque es una pendiente rocosa.
Debido a las capa de guijarros sueltos, el suelo orgánico es escaso y los árboles no pueden enraizar profundamente, limitando la cantidad de humedad y nutrientes que pueden conseguir.
Esto causa que las raíces se vean más expuestas a la erosión, si el terreno es estable, esto puede causar que algunos árboles mueran manteniéndose de pie.