Más tarde, se graduó en Derecho en la Universidad Nacional Estatal de Kirguistán en 1994.
En la confusión que siguió, con manifestaciones violentas que generaron la Revolución de los Tulipanes, Akayev se vio obligado a huir del país y un gobierno interino encabezado por el presidente Kurmanbek Bakíev asumió el poder.
Tekebayev surgió como una figura importante en el caos de la transición, tanto debido a su papel constitucional como jefe del parlamento y porque mientras que Akayev se negó a reconocer la autoridad de Bakíev como presidente interino, Bakíev reconocía la autoridad del Tekebayev como presidente del Parlamento e indicó su disposición a negociar con él.
En última instancia estas negociaciones fracasaron, sin embargo, y Bakíev fue elegido presidente en una victoria aplastante en julio de 2005.
Tologonov negó incluso el hecho mismo de conocer estrechamente a Abdulla Yusupov.
[10] Los propios diputados Jeenbekov y Abdrakhmanov calificaron este chantaje por parte de Tekebaev.
[13] Como líder del partido Ata Meken en la coalición gobernante, llevó simultáneamente tres procesos judiciales contra los medios de comunicación.
[14] Algunos periodistas se vieron obligados a huir al extranjero como refugiados políticos y sólo pudieron regresar después de que Tekebayev abandonara la coalición mayoritaria en el parlamento.
[16] A finales de 2016, el Presidente Almazbek Atambáyev convocó a un referéndum constitucional cuyo objetivo era aumentar los poderes del Primer ministro de Kirguistán, y al Consejo Supremo, aun cuando la hasta entonces vigente constitución aprobada tras la democratización del país impedía que se realizaran más cambios constitucionales antes de 2020.
[20] En enero de 2017, Tekebayev aún negaba las acusaciones en su contra y demostraba diversos errores en la evidencia mostrada por el gobierno para imputarlo.
[24] Miembros de su partido que participaron personalmente en las negociaciones con Maevsky testificaron contra Tekebaev.
[27] Omurbek Tekebaev se ha visto en repetidas ocasiones en el centro de escándalos sexuales, que socavaron significativamente su reputación y su prestigio político.
El primer gran escándalo estalló en 2010 durante las elecciones, cuando su comportamiento fue objeto de un intenso escrutinio público y mediático.