Esta particularidad en su forma de trabajar fue adoptada por otros criadores y adiestradores, convirtiéndose en el estándar predominante entre los Border Collies en solo unas pocas generaciones.
Sus descendientes destacaron como exitosos campeones internacionales en la categoría de perros pastores.
Además, su temperamento era notablemente tranquilo, aunque en ocasiones trabajaba con tanta intensidad que llegaba a temblar físicamente.
[1] El autor y comentarista Eric Halsall también quedó impresionado por la habilidad de Hemp.
Su estatura mediana y su pelaje áspero se ven comúnmente en la raza hoy en día, ya que muchos de sus descendientes continuaron manteniendo muchos de sus rasgos originales.