El film está protagonizado por Elisabeth Shue en el papel de una madre primeriza que empieza a sufrir una grave situación de estrés psicológico postparto.
Laura (Elisabeth Shue) se embaraza por primera vez.
El matrimonio recibe la noticia con gran entusiasmo y preparan la llegada del bebé, pero tras su nacimiento la madre empieza a obsesionarse en exceso con el cuidado de su hija hasta el punto de confundir realidad y fantasía.
La sensación de vivir sola y alejada de la gran ciudad agrava su angustia, por lo que Steven, su marido (Steven Mackintosh) decide contratar a una niñera (Kathleen Chalfant) que la ayude en el cuidado del bebé.
Varias escenas son muy parecidas a las de aquel filme.